Vivir en las ciudades es un reto para la piel. La contaminación y la exposición a la mala calidad del aire pasa factura. Acelera el envejecimiento y la acción de los radicales libres que provocan la aparición de las arrugas y la flacidez. La piel aparece más apagada porque los tejidos están menos oxigenados. Se reduce la presencia de las vitaminas C y E, que sirven de antioxidantes. Y hay más propensión a la deshidratación, la inflamación y las manchas.
Cómo frenar los efectos de la polución con la ayuda del Aloe vera
El primer paso para frenar la contaminación es la limpieza, para ayudar a que la piel respire. Con la higiene diaria evitamos que los poros se obstruyan. De otro modo, se acumulan suciedad, residuos y células muertas, que crean una película que los tapona. Si los poros están obstruidos, de poco servirá que utilices buenos cosméticos. Una piel que está sucia no puede absorber los principios activos.
La limpieza diaria de los efectos de la polución tiene que hacerse con productos respetuosos con la piel, como la Mousse facial con Aloe vera de Atlantia. Apto para todo tipo de piel (no lleva jabón), elimina las impurezas y deja la piel preparada para los tratamientos posteriores.
El segundo de los pasos con los que podemos frenar la polución con Aloe vera es la hidratación. Los tratamientos diarios tienen que incluir un plus de activos con efecto reparador y emoliente, como la crema Superdefense de Atlantia. Rica en antioxidantes como la vitamina E, es capaz de contrarrestar la acción de los radicales libres.
Por último, el rostro debe estar protegido frente a la exposición crónica a las radiaciones uVB y uVa. Fórmulas como Hydradetox de Atlantia, con SPF 15, protege frente a las radiaciones y mejora la luminosidad de la piel.
En definitiva, el amplísimo contenido en sustancias del Aloe vera lo convierte en una herramienta súper útil para proteger la piel de la polución. Volverá a estar hidratada, bonita y luminosa.